La nueva vida de Zane Obispo en una hermosa y aislada isla tropical, completa con su familia y amigos más cercanos, debe ser perfecta. Pero aún no puede controlar sus nuevas habilidades de fuego (heredado de su padre, el dios maya Hurakan); hay una dolorosa ruptura entre él y su perro desde que ella se convirtió en un perro del infierno; y él no sabe qué hacer con sus sentimientos por Brooks. Un día descubre que al escribir el libro sobre sus desventuras con los dioses mayas, involuntariamente puso a otros niños en peligro. A menos que Zane pueda encontrar a los dioses antes de que los dioses lo hagan, serán asesinados. Para empeorar las cosas, Zane se entera de que Hurakan está programado para ser ejecutado. Zane sabe que debe rescatarlo, sin importar el costo. ¿Puede realizar ambas tareas sin que los dioses lo detecten, o terminará siendo un residente permanente del inframundo?